Cortometraje en 35mm producido por le ICC (Institut Català de Cinema) por encargo de la Generalitat de Catalunya, para poner en valor las vidrieras góticas y el trabajo de restauración que se estaba llevando a cabo. Más allá del encargo, mi intención (como responsable del argumento y de la dirección) fue dar una visión mas contextual de la significación y función que las vidrieras tenían en la compleja Edad Media. Este trabajo fue seleccionado en la «I Bienal del cine y vídeo sobre patrimonio cultural» (Madrid,1985), «II Mostra de Curtmetratges dels Països Catalans» (L’Hospitalet, 1985), y «Cinema d’Art» (Barcelona, 1987).
La copia aquí presentada es una migración de un telecine original en Betamax, y no hace justicia a la excelente fotografía de Arturo Olmo, ni al sonido de Joan Quilis.
Por cierto, la apuesta (en los primeros minutos del cortometraje) de hacer que el sonido tuviera un valor narrativo al 50% del de la imagen (transportándonos a la Edad Media), sería desarrollada con voluntad ficcional años más tarde en el cortometraje PLOREN CAMPANES 1714, todo él basado en esa colaboración a partes iguales entre la banda sonora y la imagen. A veces las limitaciones de producción ayudan a sacar partido a los elementos básicos de este lenguaje maravilloso que es el cine…